29 octubre 2008

El hijo de Mary Poppins

- A ver Louisa, cuéntanos ¿a qué se dedica tu mamá?
- Pues… pues… - rezongo la niña haciendo memoria - mi mamá es enfermera y cura a la gente cuando se pone malita.
- ¡Ah, muy bien! – dijo la maestra- ¿y tú quieres ser enfermera como tu mamá cuando seas mayor?
- ¡Sí! – dijo Louisa tajante – y curar a mucha gente y regalarles caramelos a los niños que estén malitos.
- ¡Muy bien Louisa! ¿Y tu John?
La maestra se dirigía a un niño con la carita sucia muy entretenido metiéndose el dedo en la nariz.
- ¡Yo quiero ser como mi mamá que es corredora de bolsa! ¡La mejor del mundo! – dijo con la voz algo gangosa. La profesora se acercó a él y le limpio los mocos.
- Eso está muy bien John, pero te tendrás que esforzar mucho ¿eh?.
- Zí, zí…
- ¿Y tu Peter? – dijo señalando a otro niño- ¿A qué se dedica tu mamá?
- Mi mamá es Mary Poppins.


Y todos los niños rieron.

- ¡No seas trasto! – dijo una niña que se sentaba detrás de él copiando el tonillo burlón de la profesora.
- No, no niños – dijo esta calmando la sorna – es verdad, la mamá de Peter es Mary Poppins. Yo misma la conozco – dijo pagada de sí misma como si fuera la propia Poppins. Los niños estallaron en ¡oh! Y ¡ah! Y miraron a Peter boquiabiertos.
- Y cuéntanos Peter, será muy divertido tener como madre a Mary Poppins ¿no?
- Pues sí – dijo el niño muy crecido- podemos ir a pasear y cuando quiero hacer pis no tengo que hacerlo en un árbol porque a mi mamá le cabe un váter enterito en el bolso. Y si se me escapa la cometa mamá sale volando con su paraguas y me la rescata.
- Y cuéntanos Peter ¿Cómo un niño que tiene una madre tan estupenda puede ser tan trasto como tú?- Y rieron todos.
- Pues no sé… -respondió algo tímido – Mi mamá me dice que la gente cuando se ríe mucho puede volar por el techo pero que como cada vez que ella viene le entrego unas notas horribles pues no nos podemos reír.
- ¡Pero hombre eso te lo dice para que saques buenas notas! – lo consoló la profesora – Seguro que el resto del tiempo te lo pasas muy bien con ella.
- Bueno – dijo Peter- la verdad es que mama no pasa mucho tiempo en casa.
- ¿Y eso?
- Pues porque tiene que cuidar de que los niños del mundo que tienen unos padres que no les hacen ni caso sean felices, y eso es un trabajo muy difícil. Así que viene a casa cuando puede, cada dos o tres meses, y que es justo cuando me dan las notas y solo se queda una semana y siempre está cansada porque trabaja mucho.
- ¿Y tú con quien te quedas? – Pregunto la maestra consternada.
- ¡Pues con mi mucama María que me quiere mucho!- dijo Peter contento.
- Bueno. –la profesora que no sabía que pensar decidió terminar el debate- ¿Y qué quieres ser de mayor?
- ¿Yo? ¡Pues quiero ser como mi madre y cuidar a los hijos de otra gente para que no se sientan solos!

Entonces sonó el timbre y todos los niños salieron al recreo.

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