29 octubre 2008

Hombro de papel

Y llorar en alguna página que me haga sentir cómoda. Un folio viejo, quizás, un ticket del supermercado, un parte médico… cualquier trozo de color liso en el que puedan destacar mis penas, arañándolo con mi boli, con mis palabras, con mi alma. Como un hombro de papel.
Un amigo discreto que no replica, que no critica, que solo calla y escucha y a veces, como siempre, como no puede ser de otra manera, llegamos nosotros mismos a la conclusión acertada.
Mis ganas de contar y un confidente atento.
Yo y una hoja de papel.

1 comentario:

Manuel dijo...

Lo que más me gusta de tí es la ocurrencia, o digamos, la genialidad. Fíjate lo que le has sabido sacar a un trozo de papel cualquiera. Fantástico.
Me ha gustado venir por aquí y lo seguiré haciendo, sobre todo por ver tu linda cara con solo un clic.
Te enlazo en mi página.
Un beso cálido.
Manuel.