31 diciembre 2022

CÓMO ESCRIBIR UN RELATO

Hay dos motivos por los que se escribe un relato: por inspiración o por encargo.

El primero es simple.

Un día estás fregando, duchándote, haciendo la compra o cualquier otra estúpida y rutinaria tarea para la que no requieras enganchar el cerebro y de pronto… ahí está; una idea pertinaz y cabrona que empiezas a rumiar y que no te puedes quitar de encima ni con agua caliente.

Te sientas, escribes tus mil o tres mil palabras (o las que sean) y evacúas de ti esa infección. Te liberas y ya.

Esta es la forma más nutritiva y realizadora de hacerlo porque sale de forma natural, pero no siempre son así las cosas. A veces te tienes que forzar a enfrentarte a la temida página en blanco porque has visto un concurso que te gusta o porque simplemente tienes que cubrir una cuota de escritura, bien porque tengas un blog, bien porque te lo has autoimpuesto. Esta forma también es sencilla, aunque requiere de cierta dosis de esfuerzo adicional.

Un truco infalible para hacerlo es recurrir a internet.

¿Sabes todos esos clickbait que te vuelan la cabeza porque no los quieres abrir, pero te queman los dedos?

“Una mujer rescata a un perro y cuando el marido lo ve llama a la policía”.

“Una familia se toma una foto al año durante veinte años. No te pierdas lo que pasa al final”.

“A Shirley le encuentran un bulto en la cabeza. No te creerás lo que tenía ahí”.

A veces ni siquiera es necesario que los abras, basta con el título para que se te empiece a ocurrir qué narices ha pasado y tú solito te montes una película que, por suerte o por desgracia, en nada tiene que ver con el rollo que te van a contar.

Si aún así tu imaginación no da para inspirarte solo con el título puedes abrir la noticia y leerla entera. Tú les regalarás una visita, ellos a ti una idea que vale oro.

Otra opción es documentarte sobre un hecho en concreto. Si el relato que pretendes crear está relacionado con un tema específico, puedes usar San Google para buscar historias afines.

Recuerda que un relato corto debe reunir en un breve espacio una trama principal, presentación, nudo y desenlace, y que para que permanezca en la memoria del lector debe ser impactante.

Para crear impacto en el lector hay varias técnicas. Yo recomiendo un libro IMPRESIONANTE, que se llama “Laciencia de contar historias” de Will Storr, que se mete en los entresijos de la mente humana para desgranar cuáles son los fenómenos que llevan a la gente a interesarse por unas historias y no por otras. Es muy técnico y muy instructivo si tu intención es crear un impacto. El arte de crear historias ya no es magia, es ciencia.

Otra forma más simple de llamar la atención, si no quieres ahondar más en el asunto, es hacer una recopilación de historias sobre esa temática y seleccionar aquellas que más te hayan asombrado para, posteriormente, hacer tu propia versión de las mismas.

Si es una historia de amor puedes ir directamente a la sección de faranduleo de cualquier revista y basarte en alguna de las mil crónicas de amores y desamores de actores de Hollywood, el mundo de la canción o, tal vez, de gente corriente que haya vivido algo que te deja con el corazón del revés (recuerda los clickbait)

Con asesinatos y sucesos escabrosos lo tienes incluso más fácil: abres el periódico y tienes para elegir. La crónica negra de España (y del mundo) da para escribir versiones hasta el infinito. Recuerda que la realidad siempre supera a la ficción.

En este sentido también se puede usar una buena canción: coge tu canción favorita, o esa que no te puedes quitar de la cabeza, evalúa la letra y desarrolla una historia a partir de ahí. Yo he publicado varios relatos con esta técnica y creo que han quedado bastante resultones: Peor para el sol, Si quieres encontrarme

En la era de la información no te vale mirar a la pantalla del Word durante una hora y decir “no tengo ni idea”. Abre Google, investiga un poco, cambia personajes, escenarios y dale una vuelta de tuerca.

Si a ti te ha impactado, ten por seguro que al lector también. 

No hay comentarios: